La investigación científica en nuestro país no se ha desarrollado porque los centros universitarios no sustentan su desarrollo en su aplicación. La verdadera investigación es aquella cuyos resultados aportan con nuevos conceptos, reafirman conceptos previos siguiendo una metodología claramente establecida, es decir el sostener una hipostes que será sometida al estricto rigor de una verificación con su ratificación o en su defecto, rectificación.
De todos los campos donde la investigación es aplicable, en donde menos se sigue el rigor científico es el médico. No tanto porque no haya temas a ser estudiados sino por la poca preparación del estudiante de medicina y luego del profesional graduado en este campo. La responsabilidad no solo es del profesional de salud, sino también de los centros de formación académica, lugares que deberían constituir la fuente principal de investigadores bien entrenados. Lastimosamente los centros universitarios se remiten casi exclusivamente a la formación de conocimientos teóricos, pero muy poca o ninguna experiencia práctica en el planteamiento teórico de una investigación o de su desarrollo.
La producción científica se hace a través de 16 revistas indexadas y el volumen de datos representa el 1% de la información científica producida en el Mundo. En el Ecudor no tanto es un problema el número de revistas, sino su supervivencia. La mayor parte de ellas no sobreviven por falta de apoyo por parte de científicos que publiquen.
Mientras la investigación no sea una política de estado y se vea en ella como uno de los mecanismos para salir del subdesarrollo, mediante la complementación de los intereses científicos y las necesidades de una sociedad y de las exigencias del sector productivo, nunca se logrará el surgimiento de una gneración de investigadores. La ciencia se debe desarrollar en todos los campos en los que el ser humano es el centro, tratándose de ciencias humanistas, el fin de la ciencia en el bienestar del hombre.
En los últimos 10 años la Fundacyt (Fundación Ciencia y Tecnología) de Ecuador, ha auspiciado un sin número de proyectos de muy distinta índole, siendo una de las prioridades la biomedicina, ha apoyado el desarrollo de laboratorios en lo que la aplicación de la biotecnología es la norma. Como la conceptualización e incorporación de los métodos moleculares en los algoritmos médicos, han sido implementados recientemente, muchas de la tecnología ha sido transferida inmediatamente y paralelamente se ha enviado a preparar en el extranjero a científicos para poder dar continuidad a los proyectos desarrollados.
Esta función, de exclusiva responsabilidad de los Ministerios de Estado, no ha podido ser cumplida.
Ni siquiera existe presupuesto para programarla, menos aún para ejecutarla. La mayor parte de los esfuerzos se han logrado mediante esfuerzos aislados de personas o instituciones para satisfacer una necesidad puntual y por lo general cuando se trata de un esfuezo personal, al retornar al país no tiene un espacio para poder revertir sus conocimientos en beneficio de su institución, de su país y de la población, en caso de entrenamientos en problemas de salud pública. Esto contribuye no solo a la fuga de personal altamente calificado, sino también al estancamiento del desarrollo tecnológico del país.
La ciencia va de la mano con la investigación. La tendencia actual del mundo es llevar adelante investigación que sea de utilidad publica, más todavía cuando se trata de investigación en biomedicina. Las instituciones deben apoyar no solo la formación académica teórica, sino el entrenamiento en los puntales de la investigación como son los conceptos de la ciencias básicas y la estadística, mecanismo mediante el cual se presenta o se establece la relevancia de un estudio médico o científico, sin importar el área en que se lo ha desarrollado.
Mientras esto no suceda, lo que observamos es que nuestros profesionales verán como las cosas suceden en otras partes del mundo sin lograr ser gestores de avances en las ciencias.
Juan Carlos Ruiz, MD
Jefe de laboratorio Clínico
Hospital de SOLCA-GUAYAQUIL