CIUDADELA ALBORADA MÁS QUE UN PROYECTO HABITACIONAL

La alborada comenzó como un proyecto de vivienda hace más de treinta y cinco años como una solución habitacional para la creciente clase media de la ciudad. Villas cómodas, fácilmente accesibles para un mercado de empleados y profesionales que urgían el tener la posibilidad de casa propia  en un barrio tranquilo y en esa época apartado del bullicio propio del desarrollo acelerado de una ciudad como Guayaquil.

Para 1976 ya se contaba con dos grandes etapas estas que   fueron vendidas en su totalidad y sus habitantes bromeaban que iban a sus fincas ya que la distancia entre la ciudad y la mera ciudadela era considerable.

Luego poco a poco vinieron las nuevas etapas y la ciudadela alborada fue tomando forma y es ahí cuando empresarios visionarios viendo en perspectiva y a futuro mediato el auge económico del sector comienzan a establecer sucursales como Mi Comisariato, Banco de Machala, Supermaxi, Banco del Pichincha, Banco del Pacífico, Restaurante Asia, KFC etc. Esto entre los grandes, pero cabe destacar la pujanza, la decisión y el enorme esfuerzo de los pequeños negocios que en cada cuadra comenzaban  a despuntar, lavanderías, mini mercados, despensas, farmacias, todos estas Pymes y Grandes empresas se conjugan con las Instituciones Educativas que empezaron a educar a los niños y jóvenes de la populosa ciudadela.

La Alborada fue creciendo paulatinamente y ya en el año 2000 se transformó en el epicentro del norte hasta contar en la actualidad con 14 etapas, y  es  hoy  el principal centro de servicios para otras zonas residenciales como La Garzota, Sauces, Guayacanes y Samanes. En la actualidad La Alborada es habitada por aproximadamente 300,000 habitantes.

La ciudadela Alborada planificada para ser un proyecto de vivienda en primera instancia, se transformó en un proyecto de ciudad ordenada, limpia, pujante y dinámicamente productiva.

Nota.- Los terrenos donde se desarrolló la Alborada, se dijo en primer término que fueron cedidos por la Honorable Junta de Beneficencia de Guayaquil, lo que aparentemente  es una equivocación. Los terrenos pertenecían a la familia Gómez, y fueron heredados por Doña Cecilia Gómez cuyo esposo, el Sr. Guillermo Pareja Rolando fue quien convino con los constructores la negociación para el desarrollo de la Alborada.